* Refalfiu: hastío causado por la abundancia; cuando has hecho, comido o disfrutado de algo sin comedimiento, “tas refalfiáu”.
La Escalera 16 de la Playa de San Lorenzo está ubicada en la zona popularmente conocida como “El Tostaderu”, en la desembocadura del río Piles.
En cualquier época del año, Pelayo, Álvaro, Leri, Carmen, Macio y otros gijoneses y gijonesas con vocación de lagarto acuden velozmente, crema solar en mano, en cuanto el sol se deja entrever entre las nubes.
Porque, según dicen, el muro de El Tostaderu recoge y guarda cada rayo de sol que llega a Gijón/Xixón. Un microclima, vaya. Y por eso es allí donde van los profesionales a tostarse.
En Gijón/Xixón estamos muy orgullosos/as de El Piles, nuestro río. Sabemos que no es gran cosa, pero le tenemos cariño. El puente de El Piles es como los de París, pero más pequeñín y humilde. Cruzarlo nos lleva desde el Muro al otro lado del río y lo primero que nos encontramos es... el Tostaderu.
Aquí no llueve mucho. Bueno sí, a veces. Va por temporadas. O por días. O por horas. Pero cuando sale el sol, su luz ilumina nuestra preciosa ciudad y todo el mundo sale a recibirlo. Eso sí, cuando asoma entre las nubes, “pica” de lo lindo.
Somos muy conscientes de este privilegio. Tenemos mucha ciudad y mucho entorno natural, maravillosos para caminar, pero un clásico es hacerse el Muro. Desde la iglesia de San Pedro hasta La Lloca son 3 kilómetros de paseo junto al mar. Cualquier hora es perfecta, pero te recomendamos el atardecer.
Los niños y niñas (y algún que otro esforzado progenitor), cuando la marea está baja, dedican horas a caminar hábilmente entre las rocas en busca de quisquillas, bígaros, cangrejos y demás fauna marina, ya sea con afán de caza o de pura investigación. El atuendo: gorra, crema solar, sandalias cangrejeras, cubo y truel.
Si continúas por el paseo desde El Tostaderu, llegarás hasta El Rinconín. Allí hay un par de calas (en una de ellas está permitido el acceso a perros todo el año) y una amplia zona verde con palmeras y juegos infantiles. Si no te gusta demasiado la arena, en el parque de El Rinconín puedes tomar el sol, descansar o pasear a tu gusto.
Vivir bien tiene su ciencia